25 de septiembre de 2013

JEFAS

He leído al economista Ignacio Buqueras decir que si mandaran más mujeres, habría mejores horarios. Y la verdad es que me ha hecho pensar. Aunque es evidente que las proporciones no son ahora las que alimentaban el machismo ibérico de antaño, si te fijas en los patios de los colegios a la salida, la mayoría son mujeres. Mucho o poco, siempre nos ganan. En las salas de espera del médico, tres cuartos de lo mismo. No es que, como hace treinta años, un hombre fuera una rara avis, pero siempre, siempre, habrá como mínimo una madre más. En las reuniones escolares la mayoría es más aplastante todavía. Por eso es tentador dejarse llevar por esta idea. Parece como si las madres fueran capaces de compaginar mejor su vida laboral y las necesidades de los peques. Y no es cuestión de volver a la multitarea femenina, que de ella hablaremos cuando hablemos de estrés, no. La razón no es fácil de esgrimir en un artículo, pero la evidencia está ahí. Así que a lo mejor si en las empresas privadas hubiera más mujeres con responsabilidad, la flexibilidad horaria para con los padres sería otra. Pero, he te aquí, que quien pone el argumento, deja la trampa. Y es que desde mi subjetiva opinión de currlea, he de decir que no es así. No sé si es porque hasta llegar a la responsabilidad las jefas con las que me he encontrado han pasado tanto que sólo llegaban las más austeras, las más comprometidas con la causa patronal, o tan henchidas de rencor que había que darlas de comer aparte, pero es cierto que eran mucho peores. Por eso, si tiro de archivo, yo me quedo con los jefes antes que con las jefas. Espero, por el bien de nuestra sociedad, que esto sólo sea una casualidad subjetiva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me sorprende....siempre pensé que el mejor jefe seria la persona más capacitada ,no que fuese cuestión del sexo..